Varios defectos cardiacos congénitos podemos corregirlos a través del cateterismo cardiaco sin necesidad de cirugía ( ductus arterioso, comunicación interauricular, coartación de aorta, estenosis pulmonar, etc ); en ocasiones, el cateterismo nos permite realizar procedimientos paliativos ( ej: atrioseptostomía de Raskind ) que favorecen la estabilización del paciente previamente a una intervención quirúrgica compleja; también puede resolver lesiones residuales que a veces aparecen después de una intervención quirúrgica. Por otro lado, el cateterismo continúa siendo una valiosa herramienta diagnóstica cuando no es posible concluir mediante exámenes no invasivos o se requiere información complementaria